martes, 8 de noviembre de 2011

La expansión de la Nada



Pitágoras la ocultó mediante el cultivo de la voluntad, la disciplina y el ascetismo.
La unión de todos los seres del universo, decía, forma una unidad perfecta, el Uno. Los romanos heredaron todos los números del latín, y nosotros heredamos todos, excepto uno, el cero.
Los romanos no aceptaban la realidad vacía e insignificante que supone la nada, el cero. Los árabes no lo veían tan claro, y nosotros, aparte de heredar tantos Gua- y Al-, heredamos un valor perfecto para crear una unidad abstracta en el mercado de valores, el cero, la nada.

El pluralismo y el atomismo dió como resultado una epidemia de perspectivismo, mutabilidad y relativismo en la época Clásica. ¿Existe algún sofista famoso?, Sócrates se encargó de ocultarlos.
En la cabecera de la pirámide de responsabilidad social se encuentran los maestros del saber, es decir, que el gobernador de la polis debía ser un filósofo.
¿Sabes quién está en la base de la pirámide?, exacto, ese virus relativo e inestable llamado sofista.
Me gustaría saber cuál hubiese sido la reacción de Sócrates si se hubiese enterado de los juegos pirotécnicos que llevaba a cabo el discípulo de Séneca, Nerón, con su ciudad. Todos tenemos momentos extraños en nuestra vida, hasta el punto de reducir nuestra ciudad a escombros para hecharle la culpa a otro, no voy a señalar teorías conspirativas actuales..., pero, entonces, ¡he aquí la relatividad! ¿La nada es consecuencia del todo, o el todo es consecuencia de la nada?

Sócrates la ocultó y murió por la justicia.
Mediante el diálogo, la ironía y la mayéutica, Sócrates crearía un mundo de ideas con Platón, que establecía el Bien como modelo para la composición triple del alma: entendimiento, sentimiento, e impulso pasional. Todo quedaría simplificado en la importancia de la educación, que el incesante Aristóteles propugnaba mediante la abstracción.

Esta abstracción, junto con la prédica del Bien, la justicia, y la especialización del alma, daría un héroe, Alejandro Magno. Alejandro era el conjunto de parte inteligible, irascible y concupiscible que todo griego esperaría de la justicia de su nación, mediante la gloria que les propiciaría la armonía.
Pero, siempre hay un pero. Al igual que la división interna que desencadenó la repentina disolución y posterior expulsión del Al-Andalus en la península, una fuerte división de valores morales condenaría a los griegos. La avaricia y la tiranía contra el Bien y la justicia. Entre tanto la muerte del héroe, Alejandro, tan relativa, y nunca mejor dicho, como trágica.
A partir de aquí, ya sabemos, el período Helenístico. Separación tras separación. Grecia queda en manos de los "hombres de confianza" de Alejandro que se reparten las riquezas del ya desaparecido territorio persa.
Separación y separación, aparece el orden corintio y la división del arte griego en cuatro escuelas: Atenas, Alejandría, Pérgamo y Rodas.
¿El Imperio Romano conquistó Grecia?, no. Grecia murió sola, renunció a la armonía y casi sin quererlo se encontró con el terrible sofismo.

Bien, ahora demos un salto en el tiempo. Pasa lo mismo con el magnus Julius Caesar en Roma, pero supongo que sería reiterativo por mi parte en mis intenciones, así que vamos directamente a lo que nos importa: España, y el despertar que tanto algunos suspiramos por él.

Siento decepcionar a los iluminados que han despertado dentro de esta sombra nacional que nos proyecta un bipartidismo político. Pero, ya hubo un despertar, nosotros somos la trágica consecuencia del susodicho.

Carlos IV y Floridablanca la ocultaban, pero la Revolución Francesa fue inevitable.

La idea de utopía asociada al socialismo de Karl Marx, la duda de la propia existencia y el desarraigo de los ideales conservadores golpeados duramente por los ilustrados franceses, o el derribo del mismo pensamiento filosófico a manos de Sigmund Freud, nos precipita a una única realidad demostrada matemáticamente por otro judío, Albert Einstein. ¡He aquí la relatividad! ¿Somos un Uno o un cero?
Entre tanto se encuentra nuestro querido nihilismo supuestamente influidor del pensamiento de Adolf Hitler para tratar de retirar de la faz de la tierra a todo ese virus sofista, relativo y vacío, que conlleva simple y sencillamente al cero, la Nada.

El Bien, la justicia, lo especial que habita en nuestra filosofía, esclava junto al alma en nuestro cuerpo durante siglos, todo esto es pisoteado brusca y dolorosamente por la relatividad, por la búsqueda de "algo", ese algo, que a su vez también es relativo, esa inmundicia que ha convertido lo sólido en líquido o gaseoso, se llama Nada, para algunos Odio, y ya ha muerto demasiada gente por nada.

Aquellos que creemos que hemos despertado y buscamos una solución o salida a nuestro país, buscamos ese "algo", no os confundáis, la sociedad de hoy no es sofista ni relativa, es que directamente no sabe qué coño es el Bien, el honor, la valentía y el respeto.
Hemos llegado a un punto que por mucha posible conspiración Illuminati que nos tenga cogidos por los huevos, hay que ser muy imbécil para no ver la realidad.
Hoy ves indignados con camisetas Ecko, pantalones D&C, zapatillas Nike y gorra Grimey, esperando a los macabros policías con un BigMac.
Hoy ves skinheads molones con sus tatus y sus botas que pegan al primer sindicalista que se encara con ellos, ¿por qué?, por NADA.
Hoy ves a indignados anónimos, liberadores del mal, todos ocultándose el rostro con una máscara de Guy Fawkes, ¿no es esto un uniforme?, ¿fascismo? Más relatividad. Los extremos se tocan, hasta puntos inimaginables.
Hoy no ves indecisión en las urnas. Hoy ves indiferencia hacia la política, no neutralidad. Y no es una indiferencia de decir "sé lo que hago", es una indiferencia llevada a cabo por el mismo ignorante que dice no creer en Dios y luego le suplica clemencia por la noche.

El primer paso ya está hecho, "despertar", reconocer las fallas, ahora te toca, ¿eres un cero o un Uno?

Somos algo más que una sustancia orgánica motivada por la avaricia. Somos especiales, y no hace falta que te lo digan para que lo sepas.

Haz de la nada un todo.